Las flores de Lavanda, con su aroma suave y limpio, te aportan paz y relajación pero ¿sabes que pueden ser el suplemento perfecto para el cuidado de tu piel?
¿Quieres conocer todo sobre el Aceite Esencial de Lavanda? Belgreen tiene presente sus propiedades antiinflamatorias, sedantes, antidepresivas, antisépticas y cicatrizantes y te enseñamos sus numerosas aplicaciones.
Flores de Lavanda
La lavanda, su nombre científico es «Lavándula Angustifolia», es una planta aromática que se identifica por su color morado y las espigas de sus ramas. Es originario de Francia (Alpes, Vaucluse y Dròme), España, Inglaterra y la antigua Unión Soviética. Se encuentra principalmente en las regiones más cálidas del Mediterráneo. Su nombre procede del latín “lavare” (lavar), y antiguamente se solía añadir al agua del baño para conciliar mejor el sueño. Desde hace 5.000 años la lavanda ha tenido diferentes usos populares, como los saquitos de lavanda que aromatizan armarios y ahuyentan polillas e insectos.
Su aroma suave y limpio nos recuerda a nuestras abuelas que nos cuidaban con tanto amor, un recuerdo de felicidad. La lavanda representa frescura, pureza y calma. En medicina natural se le atribuyen numerosos beneficios, como tranquilizar y relajar la mente, facilitar el sueño, acelerar la curación de heridas y quemaduras o aliviar dolores musculares. El Aceite Esencial de Lavanda es un ingrediente principal en los tratamientos naturales de belleza.
Ansiedad, insomnio, dolores de cabeza, tensión nerviosa, eczemas: recupera las flores de Lavanda para tu cuerpo y mente.
Aceite Esencial de Lavanda
El Aceite de Lavanda es uno de los aceites esenciales más utilizados en la actualidad. Para extraerlo se somete a la planta a un proceso de destilación al vapor que mantiene todas sus propiedades.
- Función antiséptica: el aceite esencial de lavanda ayuda a combatir virus y bacterias ,desde infecciones de la piel hasta problemas bacterianos como acné, caspa, hongos, verrugas.
- Función analgésica: este aceite tiene la capacidad de reducir el dolor y la inflamación, especialmente cuando se trata de afecciones dermatológicas, dolores musculares o contusiones.
- El efecto relajante del aceite de lavanda es de los más conocidos. Puede ayudarnos a aliviar el nerviosismo, la depresión o el insomnio gracias a sus propiedades sedantes.
- El aceite de lavanda es perfecto por su acción antiinflamatoria. Junto con el aceite esencial de árbol del té y el de manzanilla, la lavanda reduce y alivia cualquier síntoma provocado por infección, contusión o congestión sanguínea.
- Función regeneradora: la esencia de lavanda ayuda a mantener la piel en un estado óptimo y a regenerar cualquier zona dañada por quemaduras, anomalías de la piel, acné, dermatitis o envejecimiento prematuro.
Es el ingrediente perfecto para cualquier formulación de cosmética natural. No se debe aplicar directamente sobre la piel, se aconseja diluirlo en aceites o cremas base. Puedes darte baños relajantes aplicando unas gotas en la bañera, o bien aromatizar la habitación con un difusor. También puedes aplicar unas gotas directamente sobre la almohada para conseguir ese efecto relajante. No debes calentarlo porque disminuiría su eficacia y podría modificarse su olor y color.
Siempre es recomendable proteger los aceites esenciales de la luz, así que debes guardar el aceite esencial de lavanda en un lugar fresco, bien cerrado y protegido de la luz.
¿Sabes cómo usar el Aceite Esencial de Lavanda?
El Aceite Esencial de Lavanda se diluye en agua o se añade a cremas y otros productos cosméticos. Sus usos cotidianos son múltiples: como After sun para refrescar tu piel después del sol, crema de manos super hidratante, en tu champú para cabello seco, para el dolor de cabeza, en un baño relajante, en pequeños cortes y contusiones, para picaduras, etc…
No debemos aplicarlo antes de una exposición al sol y evitar contacto con ojos o mucosas. Las mujeres embarazadas, lactantes y niños no deben usarlo. Uso olfativo y uso tópico. Puedes darte baños relajantes aplicando unas gotas en la bañera, o bien aromatizar la habitación con un difusor. También puedes aplicar unas gotas directamente sobre la almohada para conseguir ese efecto relajante.
• Olfativo: se pueden utilizar unas gotas, diluidas en agua o alcohol, en un quemador o en un cuenco sobre los radiadores, aunque lo ideal es utilizar un difusor en el que no se aplique una fuente de calor directa. Existen diferentes modelos (difusión por ultrasonidos, nebulizador…).
• Tópico:
BAÑOS: añadir unas gotas en el baño.
MASAJE: utilizar siempre diluido en un aceite vegetal base (oliva, almendras, sésamo, jojoba…)
Dilución al 1-3%. Si es para aplicación facial, no superar el 1%.
20 gotas son 1 ml, así que para 100 ml entre 40 y 60 gotas.
El aceite esencial de lavanda es una muy buena opción a la hora de tratar pieles sensibles y pieles grasas o con acné. Acércate a Belgreen para trasladarte con su frescura a un estado de paz y relajación.